El Pabellón de Barcelona

           El Pabellón de Alemania en Barcelona es un edificio icónico entre las obras de Mies Van Der Rohe. Aunque es un edificio muy pequeño es sumamente relevante en la arquitectura ya que es considerado por muchos como el edificio más importante del siglo veinte. Este pabellón redefinió los conceptos arquitectónicos de espacio y definió el concepto del espacio moderno. Aunque solo estuvo en pie unos pocos meses sus fotografías recorrieron el mundo transmitiendo la esencia del pabellón e inmortalizándolo hasta su impecablemente idéntica reconstrucción en conmemoración del centenario de Mies en el año ochenta y seis.

Como ya mencionado este edificio influyó grandemente la arquitectura específicamente con el flujo de los espacios. Mies rompió con la arquitectura clásica al no diseñar el pabellón con algún tipo de simetría vertical ya que la única simetría que se puede encontrar es una horizontal. La foto más famosa del pabellón muestra planos verticales compuestos de muros de mármol que enmarcan un estanque que refleja el mármol de forma bellísima y sirve de plataforma para que se levante una estatua esculpida por Georg Kolbe que sirve como eje visual de todo el pabellón.

Lo más notable del proyecto es como Mies usa muros, pero al mismo logra que los espacios fluyan naturalmente. Todo el edificio esta sostenido por ocho pilares que están segregados de los muros que sirven como pantallas que guían la circulación del pabellón. Aunque en planta se podría pensar que el edificio es muy sencillo la grandeza está en la selección de materiales. El muro dorado de ónice es el elemento más exótico y lujoso y junto con la alfombra negra y cortinas rojas hacen alusión a Alemania con los colores de la bandera.

El Pabellón de Alemania en Barcelona se puede resumir en una sucesión de espacios en comunicación acentuados por dos estanques. Es interesante como la riqueza de los materiales escogidos como el suelo de travertino, muros de mármol o ónice, el cortinaje rojo y hasta el mobiliario como la silla Barcelona, también diseñada por Mies, trabaja para crear una sensación de realidad tan impactante que llegó a renovar lo que se conocía como el espacio moderno.