Frank Lloyd Wright

A Frank Lloyd Wright se le ha conocido como el mejor arquitecto americano de todos los tiempos. Nació en 1867 y a través de una extensa carrera con altas y bajas de siete décadas Wright construyó más de 500 edificios ganando el mayor reconocimiento en su último proyecto el Guggenheim Museum.  Con su obra este arquitecto redefinió lo que era posible, como en el impresionantemente audaz Falling Water, e instituyó una nueva filosofía de diseño: arquitectura orgánica.

Wright estaba decidido a crear una arquitectura diferente que fuera acorde a sus ideales, una arquitectura que expresara una idea de cómo deberíamos vivir y entender el mundo; él estaba convencido que la arquitectura podía cambiar el carácter de una vida. Su arquitectura debía pertenecer a su localización, debía honrar su entorno y su paisaje. Su credo era simple: trabajo duro, amor por la naturaleza, independencia de pensamiento. Estos tres ideales se reflejaban en cada una de sus obras.

Todo comenzó cuando diseño y construyó su propia casa, y al romper con los modelos tradicionales de hogares para su época dio el primer paso hacia una arquitectura diferente. A partir de ese momento comenzó a diseñar casa para clientes hasta que en 1905, tras un incendio del templo, estuvo a cargo de diseñar el nuevo templo totalitario y aquí nació Unity Temple el primer edificio modernista del mundo. Este diseño atrevido impulsó su carrera y un nuevo movimiento arquitectónico. Esto le dio oportunidad de exponer mucho más su arquitectura orgánica que claramente se ejemplifica en Taliesin, casa propia que diseñó en 1911. Wright usó materiales locales tanto en el interior como en el exterior y colocó ventanas bajas y lineales para que al sentarse en el interior de la casa se tuviera una vista continua del valle y te sintieras flotando entre las copas de los árboles.

Sin duda la obra que presenta el concepto de arquitectura orgánica con más fuerza es la icónica Falling Water, fue construida en 1935 y muchas veces se ha llamado la mejor casa del siglo veinte. Al colocarla directamente sobre la cascada Wright literalmente hace que la casa nazca de ella y da paso al gran gesto flotante de la casa. Las terrazas flotantes hacen eco de la losa de piedra por donde cae el agua. El interior también responde al entorno. El suelo es piedra pulida que se asemeja a las ondas del río. Falling Water engrandece la cascada al aparentar que nace de la misma vegetación. La intención es clara, armonizar la casa con la naturaleza que la rodea.

Falling Water fue el triunfo más espectacular de Frank Lloyd Wright y presenta su filosofía con la mayor claridad. Arquitectura orgánica no es simplemente usar los materiales locales ni mezclar un edificio con el paisaje; arquitectura orgánica es hacer que la filosofía del edificio y lo que transmite de como se debería habitar los espacios se mezcle con el carácter del sitio. La forma del edificio surge naturalmente y hace la estructura no en el sitio sino del sitio, en otras palabras el edificio no pudiera asentarse en ningún otro lugar.

           Frank Lloyd Wright murió en 1959 seis meses antes que abriera su última y más famosa obra el Solomon R. Guggenheim Museum en Nueva York. Este arquitecto sin duda había cambiado con su filosofía y estilo la arquitectura de todo el mundo.      

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