Sistema Espacial

 

    Lo que llamamos el sistema espacial es un aspecto fundamental para la arquitectura; ya que si lo vemos como el método de organizar los espacios de manera sistemática y mas aun de una forma apta para servir su propósito satisfactoriamente para los usuarios nos daremos cuenta lo vital que es entenderlo. 
 
    No pueden existir espacios si no existe una estructura que los delimite, aquí es que se concreta el concepto de sólido y vano o el espacio negativo y positivo. La estructura, la masa solida no habitable es el espacio positivo, mientras que el espacio vacío habitable es lo vano o lo negativo. Y esta relación es inseparable y uno no puede existir sin el otro, y la capacidad de manipular esta relación exitosamente en sus infinitas combinaciones y variables es lo que hace una mente arquitectónica.
 
    Todo espacio delimitado por su estructura esta compuesto de algo y esto lo podemos descomponer hasta su componente más sencillo que es el punto. Todo es una secuencia de composición que tiene como base el punto ya que una serie de puntos seguidos si se aproximan lo suficiente hacen una línea. Las líneas si se conectan entre si hacen planos. Los planos a su ves hacen superficies que se diferencian en forma,  tamaño, color y textura.  Las superficies finalmente son las que crean los  volúmenes; ya sea espacio negativo o espacio positivo los espacios son volúmenes solidos o vanos.
 
    Para poder componer espacios de manera efectiva se pueden emplear diversas acciones para crear secuencias, ritmos, organizar y dar dirección. Al construir simétricamente le damos al los espacios un balance y al organizar de forma lineal damos dirección y sugerimos una circulación que puede ser simétrica, asimétrica, curva o bien puede haber múltiples de ellas que se interceptan o corren paralelas. Se puede centralizar la configuración colocando el espacio más importante en el centro y jugar en como los espacios secundarios se relacionan con el. Para relacionarse con el centro podemos utilizar estrategias como una organización en espiral o molinillo en donde se arregla de forma uniforme los elementos alrededor del núcleo definido. Otra forma de relacionarse con el centro es una radial en donde los elementos surgen del centro y completan un círculo o un fragmento de el. Independientemente de si la configuración es central podemos manipular los espacios rotándolos, moviéndolos, sobreponiéndolos, agrandándolos o achicándolos elementos para que de geometrías básicas sacar nuevas formas. 
 
    Todo esto depende de la intención y el concepto que quiera transmitir el arquitecto. Los espacios no son diseñados por capricho si no que responden a necesidades y para poder corresponderlas se debe entender los sistemas espaciales y como podemos usar acciones para manipular los espacios positivos y negativos.